Gary Born: “El arbitraje es un antídoto contra la corrupción”
El abogado incluido en la lista de los árbitros más requeridos del mundo de la publicación Chambers and Partners resalta las ventajas sobre resolución de disputas en el Poder Judicial
“Las instituciones arbitrales tienen un rol importante. Su misión es buscar eficiencia y rapidez”, señala Born.
Gary Born es uno de los abogados más reconocidos del mundo en temas de arbitraje internacional. Desde Londres, dirige la práctica de la firma WilmerHale. Es presidente de la Corte del Centro Internacional de Arbitraje de Singapur, profesor en diversas universidades, árbitro y autor de varios de los principales libros sobre la materia. Estuvo en Lima hace unas semanas y conversó con El Comercio.
¿Cómo definiría el arbitraje para alguien que no sabe nada sobre el tema?
Es una antigua forma de resolver disputas. Las partes en lugar de tener a un extraño designado por el Estado escogen ellas mismas a los jueces que resolverán su controversia. El sistema permite que elijan a alguien en quien confían, conocen y respetan. Es un mecanismo más eficiente y efectivo para dirimir disputas.
Sin embargo, se critica el arbitraje por ser muy caro.
Las empresas son los mejores jueces entre lo que puede ser considerado costoso y lo que es un proceso correcto. Muchos prefieren el arbitraje por su eficiencia. Se evita tener distintos niveles de apelaciones, que es lo que suele pasar en el sistema judicial.
En el Perú, todos los contratos con el Estado tienen cláusulas obligatorias de arbitraje. ¿Eso es positivo?
La idea de tener arbitrajes para contratos estatales es un paso muy positivo y adelantado. Con este tipo de reglas, las empresas reciben un mensaje de que existirá imparcialidad e independencia si se presentase un conflicto. El arbitraje institucional ofrece ventajas en estos casos dado su alto nivel de especialización.
¿Considerando los altos índices de corrupción que existen en el Poder Judicial (PJ) peruano, cómo podemos estar seguros de que lo mismo no ocurre con el arbitraje?
En mis 35 años de experiencia en arbitrajes internacionales nunca he estado frente a un tribunal motivado por razones impropias. El hecho de que los árbitros sean seleccionados por las partes favorece que cumplan el encargo en forma objetiva, independiente e imparcial. Los integrantes de un tribunal arbitral son pagados por las partes y asumen su mandato con seriedad. Especialmente cuando forman parte de una institución arbitral.
Sin embargo, en el Perú hemos visto casos de árbitros involucrados en investigaciones por corrupción. ¿Qué mecanismos hay para evitar que ello ocurra?
Tanto el arbitraje internacional como el local son un antídoto contra la corrupción en el sistema judicial. Históricamente el arbitraje ha sido utilizado cuando las cortes fallan en administrar justicia. Las instituciones arbitrales especializadas, bien sea la Cámara de Comercio Internacional, la Asociación Americana de Arbitraje u otras entidades, están muy desarrolladas. La existencia de ese sistema tan institucional hace que la corrupción sea muy improbable.
¿Cómo se resuelve un problema sistémico de corrupción e ineficiencia en un sistema judicial?
No puedo hablar del contexto peruano. No obstante, la incidencia de corrupción en los sistemas judiciales es un problema expandido a nivel internacional. Si bien no hay una única solución, es fundamental seleccionar jueces que no sean vulnerables a la corrupción. Se necesita una institución profesional y muy calificada que seleccione a los jueces en un proceso transparente. También un marco institucional para el desarrollo de su carrera y un esquema de sueldos y ascensos que los aísle de la corrupción.
FUENTE:
dirio El Comercio